A lo largo de sus diez temporadas, nunca hemos oído la palabra más común para referirnos a los caminantes
Caminantes, horda, mordedores, cretinos… en The Walking Dead a los muertos vivientes los han llamado de todo menos lo que a todos nos parecería el término más obvio: zombi. A los diferentes grupos de supervivientes no se les escapa el término ni por descuido y está más que claro, especialmente a estas alturas, que no es algo que ocurra por casualidad si no que es una decisión artística coherente y consistente a lo largo y ancho de todo el universo de esta ficción sobre supervivientes del apocalipsis. Pero, ¿por qué?
¿Zombis, qué es eso?
Robert Kirkman, cocreador de los cómics The Walking Dead y productor ejecutivo de la versión televisiva lo explicó en una entrevista a Conan O’Brian: los zombies no existían en el mundo en el que vivían Rick Grimes y compañía. Nada de películas de George A. Romero, ni maquillajes decrépitos para lograr el disfraz más escalofriante y socorrido de Halloween.
Kirkman dijo en la entrevista que querían evitar la sensación de que los personajes estaban familiarizados con ellos a través de la cultura popular, así el espectador no podría pensar que por qué directamente no disparaba al no-muerto en la cabeza. Más tarde en Talking Dead, el programa que se emite en Estados Unidos a continuación de las series de la franquicia, completó la idea afirmando:
“Una de las cosas de este mundo es que la gente no sabe cómo dispararles al principi, y no están familiarizados con los zombis, per se. Este no es un mundo en el que existan las películas de Romero, por ejemplo. Porque no queremos retratarlo de esa manera: sentimos que decirles zombis todo el tiempo le recordaría a todo el mundo películas de zombis que conocemos en el mundo real”.
Los pros y los contras de esta razón
Es una explicación que, por un lado, tiene mucho sentido: querer despojar a sus personajes de unas herramientas que podrían hacer su vida mucho más “fácil” en la serie. Así no conocerían las reglas que han ido conformando el universo zombi a través de las películas de Romero o de todas las que han seguido después: dispara a la cabeza, mata y remata y, como dirían los chicos de Zombieland, «haz cardio». Por otro lado, esta cuando menos, cogida por pinzas.
Empezando porque el propio Kirkman comentó en la entrevista con Conan O’Brien que él es el primero en referirse a la ficción como “una serie de zombis” y que en el estudio más de una vez han dejado caer la palabra aquí y allá. Si en tu propia promoción le estás recordando los parámetros que estás intentando que olviden a través del metraje, al final lo comido por lo servido y los protagonistas podrán no llamarlos así, pero al espectador no se le irá de la cabeza que eso es un zombi.
Algún que otro cabo suelto
No nos vamos a meter ahora en si el concepto de zombi, como no muerto en general, viene de la cultura africana o de la haitiana. O si la primera vez que vimos en un cómic a uno con muchas ansias de pegar mordiscos en realidad fue con los Pitufos (primero negros y luego morados) allá por 1959. Tampoco vamos a entrar en que, cine con gente levantándose de sus tumbas ya había antes de Romero, aunque fuera este el que lo convirtiera en lo que conocemos hoy.
La película White Zombie de Victor Halperin de 1932 (que aquí se llamó La legión de los hombres sin alma) o La rebelión de los zombis, también de Halperin y estrenada el mismo año que Lo que el viento se llevó, ya hablaba de no-muertos mientras Escarlata O’Hara intentaba salvar Tara de la destrucción; o El valle de los zombis de Philip Ford en 1946… Son solo algunos de los ejemplos de que el cine y la cultura popular ya les habían hincado el diente antes de que llegara Romero.
Esto significa que para seguir el razonamiento de Kirkman habría que asumir que toda esta tradición tampoco existía en el mundo de la serie. Es decir, tampoco deberían saber nada del culto vudú, o de ciertas obras literarias de, por ejemplo, Edgar Allan Poe, o Lovecraft. Insistimos: no lo vamos a hacer, entre otras cosas, porque es asumir que vivir en el mundo The Walking Dead ya debía ser muy triste antes incluso de que se levantaran los muertos de las tumbas.
En los cómics sí se les ha escapado
Como decimos, no vamos a ir ahí, que tampoco hay que ponerse tan tiquismiquis con una serie de televisión sobre muertos vivientes que comen gente que intenta sobrevivir. Si Kirkman dice que no existía el concepto de zombi antes del cataclismo y que por eso cada uno llama a estos cadáveres andantes y con dentaduras más que peligrosas como su ingenio le da a entender, nosotros compramos barco, pulpo y caminante como animal de compañía.
Pero lo que ya no podemos pasar por alto es que mientras que en las series no se utiliza el término, en los cómics sí que aparece. La primera vez, cuando Glenn Rhee indica a Rick Grimes que no le queda otra que dar un salto entre dos edificios, ante la tajante negativa de Rick por el más que razonable miedo a partirse la crisma; Glenn le dice que es eso o morir y en el proceso usa la palabra zombi: “Escucha… es fácil. Lo hago todo el tiempo. Cuando bajemos de este edificio esas cosas todavía estarán esperándonos abajo. Y no hay salida. Todos estos edificios están llenos de zombis. Confía en mi”. Parece que en esta conversación a Kirkman se le olvidó que no conocían el término.
Y reincide números más adelante, en el segundo volumen de la colección durante una conversación entre Rick y Tyresse. ¡Y no solo una vez, sino dos! Grimes dice: “Cuando estábamos acampados cerca de Atlanta, entramos en la ciudad. La mayoría de los zombis solo estaban ahí, no hacían nada a no ser que los provocaras […] Luego nuestro campamento fue atacado. Una horda de esas cosas cruzó entre nosotros, mató a dos de nuestros amigos. Así que pienso que hay otro tipo de zombies que merodean, siempre moviéndose”.
¿Despiste? Puede ser. Y que no es lo mismo escribir un producto textual, que uno audiovisual. Pero no pasa nada. Que los llamen como quieran, nosotros, tal y como va el año, bastante contentos estamos de que existan solo en la ficción.