Actualidad 1 Oct
La lava del volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, llegó al mar sepultando a las comunidades que viven en el fondo oceánico, mientras que los peces con una alta capacidad de movimiento huyeron de la zona, explicaron expertos españoles.
El encuentro de la lava -con una temperatura superior a los 1.000ºC- con el agua salada -con una temperatura promedio de 20ºC- produce una reacción química que genera nubes de vapor ácido que resultan nocivos para los animales marinos que habitan esta zona marítima.
“Lo que se verá afectado es la fauna que no puede alejarse de esa lava, de ese choque térmico. Las estrellas de mar, los erizos, las algas o algunos cangrejos, que no pueden moverse, no tienen escapatoria”, indicó el geoquímico Pedro Hernández del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).
El río de lava que penetra en el mar produce, además, un gran choque térmico y la acidificación del medio como consecuencia de las emisiones de dióxido de carbono, ácido carbónico y ácido sulfúrico, precisó la agencia española de noticias científicas SINC.
“Esta acidificación va a hacer desaparecer las especies calcáreas, como las esponjas, puesto que el proceso de calcificación va a perjudicarlas”, explicó a SINC José Carlos Hernández, profesor e investigador del Grupo de investigación de Biodiversidad, Ecología Marina y Conservación de la Universidad de La Laguna (ULL).
Hernández señaló que “también empezarán a aparecer especies de menor tamaño, es decir, habrá una miniaturización de las comunidades”.
Sin embargo, los expertos subrayaron que el impacto ambiental se produce en un punto muy localizado de la isla y, en primera instancia, no debería ser mayor que el que ocurrió hace una década tras la erupción submarina del volcán Tagoro, en la isla de El Hierro. De hecho, en el mar la tasa de renovación de las poblaciones y comunidades marinas es mucho más rápida que en los ecosistemas terrestres.
Matilde Moyano