La serie ha sido traducida automáticamente mediante un programa informático
Está en boca de todos y ha entrado directamente al imaginario colectivo con una fuerza que no se recuerda desde Juego de tronos. El juego del calamar lleva un mes monopolizando el discurso público en el mundo de las series con su excitante propuesta de battle royale y ahora también protagoniza los debates más polémicos. Después de convertirse en la serie más vista de la historia de Netflix, ayer saltaba a la palestra por otra noticia: la serie había sido traducida por una inteligencia artificial. El proceso se llama traducción automática con posedición y consiste en que un programa informático traduce todo el metraje, revisado a posteriori por un profesional humano.
«Pan (duro y reseco) para hoy, hambre para mañana«. Así ha calificado a la posedición ATRAE, la Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España, que ha emitido un enérgico comunicado desaprobando esta práctica por parte de la plataforma que daña a todo el sector. «Como traductores, no entendemos cómo se puede dejar no solo esta, sino cualquier obra, en manos de un algoritmo de traducción que produce resultados deficientes que, posteriormente, tiene que corregir un profesional por una tarifa irrisoria». La noticia ha conseguido también que decenas de profesionales de la traducción y la interpretación se alzasen en redes sociales criticando extendidamente a la compañía, que ven como su trabajo se puede ver precarizado.
Además, esta controversia ha llegado en un momento en el que hemos podido conocer que las tarifas de Netflix subían de precio para todos sus suscriptores: «Hace más intolerable todavía que se haga semejante ahorro en la traducción de las obras, que deriva en un peor contenido para los clientes, a la vez que encima se maximizan los beneficios a costa de la calidad del contenido«, continúa el comunicado. La asociación ha querido llamar a la unidad de sus asociados y a los traductores para rechazar los trabajos que tengan que ver con la posedición, que se realizan por tarifas ínfimas y ponen en peligro la integridad del sector. «Desde ATRAE urgimos a las plataformas a que hablen con sus proveedores para que dejen de utilizar la traducción automática poseditada y que confíen en el talento humano de los traductores, que es grande, abundante y la única manera de que las producciones de Netflix (o de cualquier distribuidora) lleguen a los espectadores con la calidad que merecen«.
Por último, la asociación tiene una petición a los usuarios de Netflix para que defiendan un contenido de calidad: «A los clientes les animamos a que hagan saber su descontento con la calidad de la traducción de un contenido por el que pagan religiosamente cada mes, tanto de forma pública (en redes, etc.) como haciendo uso de la opción “Informar de un problema”, que se puede encontrar en la pestaña “Actividad de visionado” de su perfil de Netflix».