Antes de Tom Cruise y de Jesús Calleja, la primera película que se quiso rodar en el espacio fue una porno. Y fue un fracaso

Antes de Tom Cruise y de Jesús Calleja, la primera película que se quiso rodar en el espacio fue una porno. Y fue un fracaso

Ah, el espacio. Un lugar infinito, incognoscible, repleto de secretos y misterios. ¿Cómo no iba a desear el mundo del cine ir a rodar sus películas a las estrellas, en lugar de conformarse con sets y pantallas verdes? La idea ha fascinado a los cineastas desde que el hombre llegó a la Luna y ahora, por fin, lo ha conseguido: el año pasado, Klim Shipenko, un cineasta ruso, rodó durante 12 días con actores en la Estación Espacial Internacional, pasando a los libros de historia. Fueron los pioneros, pero no tenía por qué haber sido así: hace ocho años, un grupo de valientes se empeñó en que  querían ir al espacio… a rodar una película porno.

Estación Porno-espacial Internacional

Tom Cruise ya anunció que quería hacer una película en el espacio junto a Doug Liman, en una co-producción junto a SpaceX que tendría lugar también en la Estación Internacional Internacional. Por mucha prisa que se den (que no es mucha), Rusia ya les ha ganado con ‘The Challenge’ (‘Vyzov’), con la que se jugaban mucho. Tanto, que en el momento de estrenarla quitaron de manera temporal películas extranjeras como ‘Super Mario Bros’ y ‘Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones’ para asegurarse el éxito.

El rodaje de ‘The Challenge’ tuvo lugar en 2021, y fue un auténtico hito, pero nadie sabe que cinco años antes, en Pornhub, tuvieron una idea similar: irse a la Estación Espacial Internacional a rodar, bueno, lo que mejor saben hacer ellos. Obviamente, eran conscientes de que nadie en sus cabales iba a financiar una película pornográfica en el espacio, así que decidieron que el público fuera soberano con una campaña de crowdfunding en Indiegogo en la que pedían 3.400.000 dólares. Nada, calderilla.

Según la página de la campaña, solo («solo») necesitaban entrenar y vestir a su equipo, consultar con los especialistas, comprar equipo para rodar, pero modificado para aguantar la presión del espacio, pagar el uso del cohete que les llevaría al espacio… Vaya, naderías. Según Pornhub, «tienes la oportunidad de formar parte de la aventura sexual más épica jamás rodada, haciendo que las vidas cambien, las mandíbulas se abran y los límites se rompan«. Recaudó un total de 236.086 euros, fracasando en su intento. Pero la publicidad estaba hecha, que es lo que importaba.

A trip to Uranus

Y, como en toda campaña de crowdfunding, obviamente daban sus buenas recompensas, desde las más típicas (por 10 dólares tendrías el acceso al vídeo 24 horas que cualquier otra persona) hasta las más extrañas (por 20.000 dólares podrías ayudar a elegir las posturas y el guion) y directamente las imposibles (por 150.000 te llevarías uno de los trajes «sexpaciales» a tu casa, con ropa interior usada incluida). Y no creáis que no estaban preparados para todo, porque incluso habían elegido ya un estudio, Digital Playground, y a sus astronautas sexuales: Eva Lovia y Johnny Sins.

Pornhub

Si no os suenan (a mí tampoco, debo decir), baste decir que ambos son estrellas del cine para adultos que han ganado varios premios internacionales. Pero el público, acostumbrado a ver los vídeos gratis, no estaba dispuesto a pagar ni aunque una de las recompensas fuera -y eso es real- una cita privada para cenar con ellos o una llamada de teléfono. Y aunque en su día los medios se lo tomaron como una broma y la propia Pornhub lo utilizó como una de sus múltiples campañas publicitarias orgánicas, lo cierto es que se trataba de una idea pionera, original y que no debió haberse tomado tan a la ligera.

‘Sexplorations’ hubiera requerido que los astronautas hicieran seis meses de entrenamiento antes de lanzarse al espacio a hacer cabriolas (de todo tipo) y ni siquiera sabían si, una vez financiado, los «asstronautas», como los llamaban, podrían tener sexo real. No se sabe, aún a día de hoy (al menos de manera oficial), pero se supone que, técnicamente, es posible. De hecho, en 2005 Virgin Galactic, propietaria de la nave SpaceShipTwo, ya llegó a rechazar un millón de dólares de alguien que quiso grabar pornografía en su nave. De alguna manera, el público no ha perdido el interés en la carrera espacial: simplemente, ahora que sabemos que se puede hacer, queremos ver cómo llevarlo a lo lúbrico.

Si tienes curiosidad por cómo sería la pornografía en el espacio (yo tampoco creía que nunca escribiría esta frase, pero mira), puedes echar un vistazo a la película de 1999 ‘The Uranus Experiment’, calificada como, no me lo invento, una «anal space opera». En ella hay una escena con Sylvia Saint y Nick Lang rodada en gravedad cero durante veinte segundos, la única real de sus 136 minutos. Sí, el resto de las escenas de la película donde parecen estar teniendo sexo sin gravedad son fingidas. Lamento ser el que te diga que, incluso en el espacio, hay muchas cosas que se tienen que fingir.

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La noticia Antes de Tom Cruise y de Jesús Calleja, la primera película que se quiso rodar en el espacio fue una porno. Y fue un fracaso fue publicada originalmente en Espinof por Randy Meeks .

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