Actualidad 7 Sep
Un equipo internacional encabezado por científicos del CONICET y la astrónoma argentina Laura Sales lograron este importante avance publicado en la prestigiosa revista Nature Astronomy.
En el universo, existe una gran diversidad de galaxias que varían en aspecto, tamaño, color y masa. Además, pueden estar aisladas, formar sistemas de pocos miembros o agruparse en cúmulos de cientos de ellas. Uno de los grandes desafíos actuales es poder explicar esa diversidad.
Cada galaxia es el resultado de múltiples procesos físicos que conducen su formación y evolución. Las galaxias ultra difusas, que son “poco densas” comparadas con las galaxias típicas de su tamaño, no se pueden explicar mediante los modelos de evolución más comunes. Por otra parte, las galaxias, tal como las hornallas de una cocina, cuando están quemando bien el gas, son azules; y, cuando éste comienza a escasear, son rojas.
Gracias a un estudio minucioso encabezado por José Benavides, becario doctoral del CONICET en el Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE, CONICET-UNC), se pudo entender cómo se generan las galaxias ultradifusas rojas y aisladas.
Para poder esclarecer esto, utilizaron una simulación numérica de última generación; identificaron las galaxias ultradifusas rojas de campo y trazaron su evolución hacia atrás en el tiempo. De esta manera, lograron observar las modificaciones que éstas sufrieron desde su origen hasta convertirse en estos enigmáticos objetos.
“Las galaxias tienden a agruparse, y es común que las más pequeñas caigan a grupos donde hay otras más masivas. Sin embargo, algunas de estas son eyectadas violentamente de estas agrupaciones y devueltas al campo. Tal es el caso de algunas de estas galaxias ultradifusas que se formaron en regiones poco densas, ingresaron a un grupo de galaxias y, luego, fueron enviadas al exilio. Además, este pasaje las despojó de su gas y, por lo tanto, de la capacidad de formar estrellas”, explicó Benavides.
Matilde Moyano