¿Alguna vez has sido consciente de que has podido tener hierro, oro, cobre o aluminio entre tus manos y los has tirado a la basura? Posiblemente no lo sepas, pero esto sucede más de lo que pensamos, debido a que los aparatos electrónicos que dejaron de funcionar o que ya no les damos más uso suelen estar compuestos, en general, por plásticos y metales. Además, como vivimos en una era en la que el consumo predomina en nuestro día a día, cuando hablamos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos -también conocidos como RAEE por sus siglas-, en vez de buscarles una segunda vida o reciclarlos, solemos tirarlos a la basura.
Actualmente, los RAEE son un obstáculo para los esfuerzos de la Unión Europea (UE) por reducir su huella ecológica, sin embargo, existe una parte de la población que opta por depositar sus aparatos viejos o estropeados en un punto limpio para no poner en riesgo al medio ambiente.
Para hacernos una idea de los dispositivos que terminan siendo residuos, el Parlamento Europeo afirma que «los grandes electrodomésticos, como las lavadoras y las estufas eléctricas, son los que más se recogen. Les siguen los equipos informáticos y de telecomunicaciones (ordenadores portátiles e impresoras), los equipos de consumo y paneles fotovoltaicos (videocámaras o lámparas fluorescentes) y los pequeños electrodomésticos (aspiradoras o tostadoras). Mientras que el resto de categorías, como las herramientas eléctricas y los dispositivos médicos, representan el menor porcentaje de los RAEE recogidos».
Tras mencionar dichos aparatos y volviendo al hilo de la pregunta que te he planteado en el primer párrafo de la noticia, debes saber que todos estos dispositivos y electrodomésticos contienen materiales potencialmente perniciosos que contaminan nuestro planeta, no obstante, las empresas especializadas en este sector cobran especial importancia para llevar a cabo la recogida de residuos electrónicos de una forma más eficiente.
¿Dónde van a parar los aparatos electrónicos que ya no usamos?
Sergio Josa, Product Manager en Hiberus Tecnología, afirma para 20bits que «la mayoría de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos van a parar a las plantas de transformación, donde las empresas gestoras de los residuos se encargan de su reciclaje».
Además, dentro del mundo de la economía circular, Luis García-Torremocha, CEO de Movilex, añade que tras hacer la recogida de los residuos se realizan tres tipos de actividades:
- Recogida: Es por donde empieza la transferibilidad para controlar el residuo, saber qué tipo es y controlar el volumen que se recoge.
- Centros de almacenamiento temporales: En estos centros se hace el proceso de descontaminación para extraer los residuos que pueden ser contaminantes para la capa de ozono.
- Proceso de valoración: Tras pasar por los anteriores puntos, unas máquinas automáticas se encargan de extraer todos los componentes de los aparatos eléctricos y electrónicos para, posteriormente, introducirlos de nuevo en el mercado y venderlos a fabricantes.
¿Qué se necesita para gestionar los residuos electrónicos?
Tal y como detalla el experto de la empresa tecnológica Hiberus, para gestionar RAEE necesitas «un ecosistema donde confluyan todos los procesos de tu operativa diaria, una plataforma web que actúe como core donde dispongas de toda la gestión empresarial (puntos de recogida, plantas o centros de almacenaje, centros logísticos, conductores, vehículos y, por supuesto, las tipologías de los residuos), que te permita realizar la planificación diaria de manera óptima de toda tu flota de camiones y donde dispongas de toda la información de cada uno de los productos o contenedores, así como disponer de un mapa en tiempo real de cada una de las rutas de tu flota».
«Por otro lado, una aplicación móvil para cada uno de los chóferes donde vayan incluyendo toda la información y todas las acciones que llevan a cabo, la cual está enviando constantemente los datos a la plataforma web de oficina», explica Josa.
Como se puede comprobar, las ventajas de utilizar un software de gestión de residuos son infinitas, ya que permite tener un control total en tiempo real de la trazabilidad del residuo para optimizar las rutas de recogida y mejorar la eficiencia, lo cual repercute directamente en los costes minimizándolos al máximo y se colabora de manera sostenible con el medio ambiente -agrega Sergio Josa-.
Estas son las principales tecnologías que se están utilizando para el tratamiento de residuos
Las nuevas tecnologías se han convertido en el mejor aliado de las empresas para facilitar el proceso de gestión de residuos, reducir costes, ahorrar recursos y facilitar el trabajo técnico. No obstante, si analizamos los principales avances que abordan la gestión de los RAEE, estos son los más importantes -según el Product Manager en Hiberus Tecnología-:
- Tecnología RFID (Identificación por Radio Frecuencia): Se trata de una tecnología de captura e identificación automática de información contenida en etiquetas electrónicas. Gracias a este avance, se otorga una trazabilidad completa del proceso de logística inversa, desde los puntos de recogida hasta las plantas de tratamiento.
- NFC (Near Field Communication): Esta tecnología permite el intercambio de datos e información de manera inalámbrica para transferir archivos y efectuar pagos.
- Software de gestión de residuos para dispositivos móviles: Una aplicación móvil permite tener conectados a todos los profesionales involucrados en el proceso logístico, de esta manera, pueden interactuar en tiempo real.
- Big Data: El Big Data permite recoger una gran cantidad de datos durante el proceso de tratamiento de residuos. Además, con la información obtenida, es posible saber la eficiencia del proceso de recogida.
¿Por qué es tan importante reciclar los aparatos electrónicos?
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos son uno de los flujos de desechos de más rápido crecimiento en la Unión Europea. Según el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas, se generan cerca de 50 millones de toneladas de desechos electrónicas al año y se recicla menos del 40% de los mismos. En 2020 se recogieron 10,3 kilos de RAEE por habitante en la UE.
Estos residuos se han convertido en un obstáculo para los esfuerzos de la UE por reducir su huella ecológica, por lo tanto, empresas especializadas en la gestión de residuos como Movilex se han convertido en una solución para cumplir con el 85% de reciclaje que exige la normativa a las compañías.
A la pregunta de por qué es tan importante reciclar los RAEE, el CEO de la empresa de reciclaje extremeña Movilex, responde que «tenemos la obligación de hacer este mundo un poquito mejor. Todos los ciudadanos tenemos la obligación de dejar un legado para las generaciones venideras, pues lógicamente, mucho mejor de lo que nosotros lo hemos recibido».
«Por otro lado, hay una normativa en España y en el resto de países, tanto de la Unión Europea como del resto del mundo, que nos obliga a contribuir a las tasas de reciclaje. Tanto los ciudadanos como las empresas privadas tienen la obligación de reciclar el producto que están consumiendo. «Debemos tener una mayor concienciación social y la normativa tiene que mucho más restrictiva a nivel autonómico y central para obligarnos a reciclar en un mayor porcentaje«, concluye García-Torremocha.
Dar una segunda vida a lo que se puede aprovechar
En el caso de Movilex, su modelo de negocio se basa en ser «un operador de la minería urbana dentro de la economía circular«, es decir, promueven el uso de los recursos procedentes de elementos al final de su vida útil y recuperan su presencia en la cadena de producción.
¿Cómo hacen esto? La compañía se basa en modelos de producción inversa, desarrollando las actividades bajo un sistema de recogida, descontaminación y valorización de los residuos centrado en la trazabilidad controlada desde el proveedor del residuo hasta el cliente final.
En lo referente a los RAEE, cuentan con un equipo de la logística y con una red de acuerdos que les permiten llegar a todos los puntos de España, asimismo, disponen de una amplia red de Centros de Almacenamientos Temporales (CAT, por sus siglas) y de diversas plantas de tratamiento.
Es en estas últimas donde ‘se hace la magia’: han desarrollado líneas productivas, con procesos y procedimientos que garantizan el tratamiento integral de los residuos autorizados (férrico fragmentado, aluminio y plástico fragmentado), de los cuales generan materias primas como cobre, aluminio, plástico y hierro que dan lugar a equipos nuevos.
En Movilex también procesan Metales Preciosos y no Ferrosos extraídos de residuos como placas electrónicas, cables y radiadores, que después convierten en nuevas materias primas con mayor pureza (oro, plata, cobre y paladio). De esta forma, consiguen metales de mejor calidad, para posteriormente devolverles su vida útil y darles un nuevo uso.
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