La ficción aborda uno de los casos judiciales más controvertidos de los últimos años en Francia
Esta crítica se ha escrito tras ver el primer episodio de ‘La mentira’ y no contiene spoilers.
Claude Arbona (Daniel Auteuil, La belle époque) es un hombre que lo ha conseguido todo en su vida: una buena familia, un matrimonio feliz, una carrera política impecable con un inminente ascenso de alcalde a senador, una buena casa frente al mar y una vida tranquila. Pero todos estos logros no le servirán de nada cuando su adorado nieto de nueve años, Lucas, le acuse de violación. Ese es el punto de arranque de La mentira, una miniserie francesa que se estrena hoy en COSMO y que se basa en una dura historia real que, sin duda, merece la pena conocer, aunque sea complicada de ver.
La ficción aborda uno de los casos judiciales más controvertidos de los últimos años en Francia: cómo la vida de un hombre se viene abajo por su propia familia y cómo una verdad incómoda se perpetúa durante años hasta salir a la luz. Para ello, La mentira ahonda en las dos caras de esta moneda: por una parte nos encontramos a Claude, un hombre que tratará de defender como pueda su inocencia, mientras ve cómo su vida personal y su reputación profesional se rompe en pedazos. Por otra parte está Lucas, un niño cuya vida se divide por completo entre antes del divorcio de sus padres y después. Esta noticia le afecta de tal manera que intenta llamar la atención de sus padres cueste lo que le cueste. Cuando se da cuenta de que su padre sigue casi sin mirarle y su madre no tiene tiempo para dedicarle, Lucas encuentra la salida perfecta: construir una mentira, que cambiará sus vidas por completo.
Uno de los aciertos de esta propuesta, con esta historia tan complicada, es la crudeza con la que lo cuenta, pero a la vez la cercanía de su relato. Es capaz de que sintamos cómo algo se rompe en Lucas cuando Pierre (Benjamin Bellecour) y Corinne (Maud Imbert), sus padres, le explican que no pueden seguir juntos. Somos capaces de vivir con él la angustia que le genera dividirse entre casi tres casas, ir de un lado para otro y no estar en el foco de ninguna de las personas que las habitan. Su corta vida se desmonta generando un trauma que intentará calmar como pueda, aunque no sepa cómo seguir manejando la situación una vez que aprieta el botón y cuenta su propia historia.
La mentira es una serie contada únicamente desde la perspectiva del niño: no sabemos por qué se van a divorciar sus padres ni parece que nos tenga que interesar, sino que lo importante de esta ficción son las consecuencias de esa situación. Además, a pesar de tratar un tema de violencia sexual, es una serie cero explícita, que se centra más en el efecto sobre las personas que en los propios hechos. Con este tipo de narración, al contarte cómo el niño ha llegado ahí, puedes llegar a entender su decisión, sea o no sea la correcta, y que es demasiado pequeño para comprender los efectos futuros de ese acto tan grave. Al final, es una situación se ha ido de las manos, que nadie ha visto venir, ni los padres ni el propio niño, lo que hace que el espectador sienta mucha más impotencia y la historia sea mucho más angustiosa.
La serie está basada en el caso real de Christian Iacono, alcalde de la pequeña ciudad de Vence en los Alpes Marítimos, que fue encarcelado después de la declaración de su nieto al acusarle de violación y agresión sexual. Estuvo 15 años de su vida defendiendo su inocencia y publicó todo lo ocurrido en una novela titulada Le Mensonge. La mentira se trata de un caso judicial que pisotea la presunción de inocencia, un enfrentamiento familiar que desmonta la vida de todos y que plantea un principal dilema: cómo desenrollar una mentira cuando llevas años manteniéndola.
‘La mentira’ se estrena esta noche a las 22:30h en COSMO.