Vuelven las guerras más cruentas de la televisión.
Esta crítica se ha escrito tras ver el primer episodio de Vikingos: Valhalla y no contiene spoilers
Para todos los amantes de Vikingos, el spin-off de la serie era más que esperadísimo. En su momento, ya amamos a Ragnar Lodbrok y sufrimos con su marcha, pero nos quedaron unos hijos y una madre que nos dieron casi más juego que el propio protagonista de la serie.
Con este regreso ha pasado un siglo desde que Ragnar nos abandonara aunque su esencia se mantiene presente en el espíritu vikingo y siguen dando gracias a Odín por ser descendientes del que fuera el mayor guerrero y conquistador de toda su historia.
Mientras que en la serie original vivimos un primer contacto con Inglaterra, Valhalla une las dos culturas en un primer capítulo en el que ya sabes que la sanre quedará derramada entre paganos y cristianos sin piedad ninguna. Personajes históricos como Freydís Eríksdóttir, Harald Sigurdson, King Canute, y el vikingo Leif Erikson serán los nuevos protagonistas de esta serie y a los fans nos proporciona un atisbo de lo que vamos a sufrir y disfrutar.
Vikingos Valhalla comienza con la aniquilación de los vikingos en Inglaterra y nos presentan a los hernanos Leif (Sam Corlett) y Freydis (Frida Gustavsson) cuando llegan a Noruega tras dejar su hogar en Groenlandia. Cristiandad y paganismo colapsan creando una enemistad inmediata que deben dejar de lado para clamar la venganza vikinga.
Este primer episodio nos deja inmediatamente con ganas de más y nos hace cuestionarnos, como ya nos sucediera en su predecesora Vikingos, ¿quién hace los castings de esta serie? pues yo os lo digo: Frank Moiselle es el responsable de captar a grandes protagonistas que no tienen una sola tara genética legada pos sus antepasados. Belleza por doquier.
Veamos: si yo me levanto durmiendo en un campo en plena Noruega con un frío y una humedad que pela, me parezco a un Fraggel Rock tras haber cocinado coliflor al vapor toda la noche, no me despierto como una ninfa salida de un cuento de hadas. Si bebes toda la noche con 100 personas a tu lado peleando, riendo y tirándose cerveza entre ellos, no te levantas preparado para ser la nueva portada de GQ. A los pies de Frank Moiselle.
Que comience la batalla vikinga que será sangrienta pero sin un pelo fuera de sitio. Esto queda asegurado.
Vikingos: Valhalla está disponible en Netflix