La mujer de la eterna sonrisa.
Esto no lo sabes, ni tienes por qué, pero me cuesta horrores poder escribirte. No creo que llegues a comprender el alcance que has tenido para mí, y para millones de personas en el mundo, por todo lo que nos has aportado en cada uno de tus papeles.
Como fan absoluta tuya, he llegado a ver decenas de entrevistas que te han hecho a lo largo de los años y tu persona queda tan alejada de tu papel más conocido (Rose Nylund), que aún remarca más la gran actriz que eras.
Tenías una belleza sin límite que conquistaba a quien te conociera, independientemente de la edad, porque fuiste extremadamente coqueta y femenina hasta tus últimos días pero, fundamentalmente, eras una gran cómica con una mente muy ágil y una trabajadora incansable.
Comenzaste a actuar en la década de 1940, convirtiéndote en actriz de radio y en una de las primeras figuras importantes de la entonces naciente industria de la televisión en los Estados Unidos. Desde entonces, fuiste considerada como una de las figuras más representativas del humor.
En 1939, comenzaste a trabajar como modelo y más tarde llegó tu debut como actriz. Una década después ya fuiste elegida para co-presentar el programa de televisión ‘Hollywood on Television’ y en 1952, llegó tu momento estelar con la comedia de situación ‘Life with Elizabeth’.
En esos momentos ya eras conocida como una mujer adorable, femenina y con sarcasmo, pero hasta que no te uniste al elenco de la serie The Mary Tyler Moore Show, no se vio el lado más parecido a Betty White que pudimos conocer, pero sobre todo este personaje fue casi una copia del que más tarde interpretara Rue McClanahan en Las Chicas de Oro.
Esa fue una de las principales razones, en la que la elegida para el papel de Blanche ibas a ser tú, pero los creadores decidieron que interpretaras a Rose Nylund, un papel que en principio haría Rue, pero que en el casting tú superaste con creces y, por ello, le diste vida al personaje más dulce de la historia de la televisión. ¡Menos mal! No creo que nadie pudiera contar historias de St. Olaf como tú.
¿Consideraste alguna vez que alcanzarías ese nivel de adoración? Pensemos que esta serie comenzó en 1985 y sigue siendo transgresora y atrevida, mucho más que algunas de las que ahora se consideran que están descubriendo América. Querida Betty eso lo lograste tú junto con tus tres amigas inseparables.
Pero tu personaje era duro, muy duro. Bajo esa fragilidad de una mujer de pueblo que nunca ha roto un plato y que, para darle más gracia a Rose queda viuda teniendo sexo con su marido, encontrábamos a una mujer con una sabiduría y unos estándares muy altos que considero que también llevaste a tu vida. El trato del resto de los personajes hacia Rose era de cariño; te querían mucho, esto es indudable, pero tenía momentos que podrían ser considerados con un toque de abuso y superioridad que, francamente, es lo que menos me gustaba de una serie a la que adoro .
Enamorada como estabas de Charlie en la serie, en la vida real tu gran amor fue Allen Ludden un famoso presentador de televisión al que también perdiste pronto y jamás olvidaste. No ha habido entrevista o compañeras de rodaje que no conocieran tu amor hacia él. ‘When you’ve had the best, who needs the rest?’ Esa fue la frase que te acompañó toda tu vida.
Pero tu otro gran amor eran los animales. Hay videos tuyos sentada al lado de un oso pardo dándole de comer tranquilamente como si fuera un pez de colores. Decías que trabajabas para poder conseguir dinero y así hacer lo que más te gustaba que era donar y recaudar dinero para los animales. Siempre quisiste trabajar en un zoo y terminaste en otro bien distinto, el de Hollywood.
Tras Golden Girls, tuvimos un amago de spin-off con The Golden Palace (una pena que sólo durara una temporada), más tarde llegaron películas como La Proposición con Sandra Bullock o la serie Hot in Cleveland. En esta última, tu papel era muy similar al de Doña Sofía en Las Chicas de Oro y, una vez más te uniste a una serie con cuatro mujeres que nos sacaban la sonrisa todas las semanas pero en la que tú eras la estrella que brillaba con más luz.
Querida por el público y por todos los que trabajaron contigo, debo admitir que al ver el homenaje que te hicieron por tu centenario (aunque no llegaste a los 100, yo creo que por dejar a todos con la boca abierta una vez más), se me hizo un nudo en la garganta. Aún lo tengo si recuerdo lo que has vivido y conseguido en un momento en el que la televisión la dominaba el hombre por completo pero, sobre todo, por lo que me has hecho sentir. No hay nada mejor que verte actuar y ver tus hoyuelos al reír si tienes un mal día.
¿Cuántas veces he visto Las Chicas de Oro, participaciones en concursos (ya que fuiste coronada como la Primera Dama de los concursos por tanto como participabas en ellos) y entrevistas en las que mostrabas tu sarcasmo perenne, una risa infinita, complicidad con la cámara y el público y un amor hacia tu trabajo que era imposible de superar? Son demasiadas horas para poder contarlas. Recomiendo encarecidamente que el público vea las tomas falsas de tus series. Una maravilla.
Betty Marion White, nos dejaste un 31 de Diciembre de 2021. Recibí la noticia de mi Allen Ludden particular (CJ Navas) y me abrazó porque sabía que me estaba destrozando el día, el mes, el año que terminaba y el nuevo que empezaba.
Decías que no tenías miedo a la muerte porque era una nueva aventura y sabías que Allen te estaría esperando rodeada de animales. Te deseo que donde quiera que estés se haya cumplido tu sueño. A nosotros ya nos hiciste soñar bastante y aún lo sigues haciendo.
Always Yours
Lorena Gil