‘La amiga estupenda’, retrato de una compleja amistad femenina

La serie, coproducción de HBO y RAI, nos lleva hasta un barrio humilde del Nápoles de los años cuarenta y cincuenta

(Fuente: RAI)

Nunca me cansaré de recomendar La amiga estupenda. La coproducción de HBO y RAI basada en las novelas de Elena Ferrante es una de esas series que hacen poco ruido, pero que demuestran ser una auténtica joya cuando nos acercamos a ellas. Porque combina lo que en apariencia es -un drama de época a caballo entre el retrato social y el romance- con una interesante exploración de personajes.

Tras pasar por HBO España, hoy se estrena su segunda temporada en abierto en Paramount Network, donde la primera se convirtió en la serie más vista del canal. La ficción nos lleva en su inicio hasta un barrio humilde de Nápoles en los años cuarenta del siglo pasado donde vemos crecer a dos amigas: Lila y Lenù. No en vano, los libros de Ferrante se conocen como la saga Dos amigas. Y la segunda es quien, ya de mayor, narra todo lo que acontece, aunque nunca tendremos la certeza de si el título se refiere, como a veces podemos intuir, a que Lila es su amiga estupenda o si, en cambio, es ella la estupenda, por su inquebrantable apoyo a la otra. Sea como sea, ambas lo son por uno u otro motivo.

Más allá del retrato social de la época, donde no faltan pobreza, caciquismo y machismo, La amiga estupenda consigue que el contexto no haga perder el foco del relato respecto a lo importante: el eje central de la saga Dos amigas es, por supuesto, el vínculo que une a Lila y Lenù, a pesar de todos los vaivenes que sufren por separado y juntas. Y ahí es donde reside la magia de este título: contar una amistad femenina tan bonita como compleja.

Después de unos pocos episodios en los que las conocemos como niñas (encarnadas por Elisa Del Genio y Ludovica Nasti), toman en relevo dos adolescentes, Margherita Mazzucco y Gaia Girace, cuyas interpretaciones son casi hechizantes y, sobre todo, llenas de verdad. Quien espere ver en ellas una amistad modélica y sin problemas, se llevará un buen chasco. Ambas niñas se quieren, en el fondo, de forma incondicional, pero su relación estará llena de espinas, muchas de ellas puestas por ellas mismas (para ser justos, más puestas por Lila que por Lenù).

Porque si a Lenù es muy fácil quererla y compadecerla, a Lila es para echarle de comer aparte… y aún así la entiendes y, sí, también la quieres. Cada una con su personalidad, sus condicionantes y talentos, intenta crecer y desarrollarse de la mejor forma posible, pero siempre se chocan con lo mismo: han debido crecer demasiado pronto. Aunque una quiera seguir estudiando y otra esté pensando en casarse, no dejan de ser dos niñas con miedo ante una sociedad que las golpea sistemáticamente y donde tienen muy difícil defenderse. Y, si lo hacen, el golpe se les será devuelto.

‘Un mal nombre’, una amistad tormentosa

La segunda temporada de La amiga estupenda, que lleva por subtítulo Un mal nombre, nos muestra a las dos protagonistas algo más mayores y con sus caminos despegándose de una forma casi irreparable. Lenù irá a la universidad, mientras que Lila prepara su boda y ni una ni otra es capaz de estar en paz con la realidad de su amiga: Lenù siente celos de Lila por su vida adulta, mientras que Lila envidia la oportunidad de Lenù.

Esta tanda de episodios es un viaje sensible hacia la madurez de ambas, con muchas sombras -hay tramas realmente duras- pero también con luz -en esos bonitos episodios de Isquia que, a ratos, también son amargos-. Y también es una oportunidad para despedirnos de Mazzucco y Girace, pues a partir de la tercera temporada serán otras las actrices que encarnen a las dos protagonistas.

‘La amiga estupenda: Un mal nombre’ se emite del lunes 22 al jueves 25 de marzo a las 20:00h en Paramount Network.

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