Cine y series 7 May
Aunque la realeza británica afirme que esta creación de Peter Morgan no es más que una ficción, lo cierto es que es inevitable la influencia que tiene sobre la imagen de la familia real, sobre todo ante la dificultad de establecer qué es realidad y qué ficción.
Fue tal el éxito que lograron las cuatro temporadas anteriores, que ya se está grabando la siguiente entrega, que tomará la posta en donde la dejó la edición anterior: arrancará con un Prínicipe William pequeño y avanzará por la década de los 90, con los hijos del Príncipe Carlos y “la princesa del pueblo” como protagonistas.
Esa década -sobre todo entre 1990 y 1997- la familia real vivió los peores momentos de su historia. La hija mayor de Isabel, la princesa Ana, se divorció de Mark Phillips; el príncipe Andrés, duque de York, se separó de Sarah Ferguson, y las tensiones conyugales entre el Príncipe Carlos y Lady Diana, quien en el 97 pierde la vida y todas las miradas apuntan al Palacio de Buckingham como el máximo culpable de su trágico y sospechoso accidente automovilístico.
Para preparar estos hechos, y sobre todo, el personaje de Lady Di, el director encontró una fuente muy cercana: charló durante meses con Jemima Goldsmith, quien no solo estuvo casada con el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, sino que también fue gran confidente de la exesposa del Príncipe Carlos ya que su esposo era primo de Hasnat Khan, de quien Lady Di estaba enamorada.
Su historia con Hasnat arranca en 1995, tres años después de su divorcio con Carlos de Gales. “Diana quería casarse con él incluso si eso significaba tener que mudarse a Pakistán”, contó Jemima. Contó también que Diana viajó en 2013 dos veces al país de origen de su pareja para conocer a su familia, algo que indignó a la realeza británica.
Rose Bouzon