Las marcas chinas mandan, en cuanto a implantación y número de competidores, en el mercado de móviles, y España es un fiel reflejo de ello. Parece que han pasado siglos, pero no hace tanto tiempo abundaban las compañías nacionales.
El pasado reciente muestra curiosos intentos empresariales, caídas, ‘entierros’, reenfoques y un gran éxito que derivó en hundimiento. Una situación que además invita a mirar la situación actual y a detenerse en el caso de una marca que, a pesar de no sonar demasiado, ha encontrado su espacio.
Éxito y caída de BQ
Sin duda la compañía más conocida fue BQ, con sede en Las Rozas, con Mundo Reader como matriz y cuyo germen surgió en 2003 de la mano de unos estudiantes de ingeniería de la Universidad Politécnica de Madrid. Su esplendor se simbolizó sobre todo en 2015, año en el que facturó 244,5 millones de euros y en el que llegó a obtener el 10% de la cuota de mercado. En sus buenos momentos contaba con alrededor de un millar de trabajadores.
Hablar de BQ supone hacerlo de la denominación Aquaris y de modelos como el X5, el V, el V Plus, el U, los M5 (que se vendieron muy bien pero que daban sangrantes fallos y que provocaron una grave crisis de reputación), los E, el X2 y el X2 Pro…
Las pérdidas sufridas en el ejercicio de 2016 y la llamada a la puerta de Xiaomi al mercado español en 2017, es decir, la entrada en escena directa de las marcas chinas, constituyen dos de los factores que contribuyeron a su caída. La situación interna también era convulsa.
El acuerdo alcanzado a finales de 2018 con el holding vietnamita VinGroup emergió como aparente tabla de salvación. Se tradujo en la compra del 51% del capital y en la sustitución de los móviles BQ por los VSmart. Sin embargo, nunca hubo buena sintonía entre las partes y desde Madrid tenían la sensación de que los estaban dejando morir. VinGroup finiquitó su división de móviles en 2021, decisión con la que BQ desapareció del todo.
Wolder
Más allá de BQ, hubo numerosos movimientos españoles en el ámbito de los móviles. Wolder, radicada en Cantabria, se asociaba esencialmente a las tabletas, aunque comenzó con reproductores de DVD y e-readers. Entró en los teléfonos en 2013 y demostró ambición y ganas por medio de su nutrida línea Wiam, con modelos como el Wiam #65, presentado en el MWC de 2016.
Las ventas insuficientes y los problemas de financiación, que entre otras cosas le impidieron cumplir con un pedido de tablets para un operador, condujeron en 2017 a Wolder a los despidos y al cierre de su división de electrónica de consumo.
Primux
La gallega Primux, creada en 2006, debutó en los móviles en 2012 y ofrecía un catálogo adscrito a lo modesto que plasmó un salto en prestaciones y diseño de la mano de los modelos Evo y Omega, aunque al final dejó esta línea de negocio en 2017. La compañía orensana, con Be human. Live simple por lema, sigue activa y focalizada en los ordenadores de sobremesa, con la mirada puesta especialmente en los destinados al gaming. Vende 40.000 equipos al año.
Energy System
Energy Sistem, conocida por sus dispositivos de audio, vía en la que está especializada desde 1995, se atrevió asimismo con los móviles, los Energy Phone (entre ellos el Pro 3 y el Max 3+). Al no cumplir los objetivos que se había fijado, abandonó este camino en 2017 para entregarse por completo al audio.
MyWigo
También lanzó teléfonos la valenciana MyWigo, en sus últimos tiempos envuelta en sombras por las acusaciones de que falseaba las especificaciones de sus terminales, con características por debajo de lo descrito. En 2015 trajo el MyWigo V8, con un precio base de 350 euros y según sus artífices concebido para competir con Apple y Samsung.
Weimei, Woxter, GeeksPhone…
La lista, bastante amplia, sigue con Weimei, Woxter, GeeksPhone (en su andadura de seis años aparecen el GeeksPhone One, Keon, el Blackphone), Vexia (el Vexia Zippers Phone), Unusual, i-Joy, Szenio…
Mejor dejar aparte episodios como el protagonizado por Zetta, apuesta de la que se destapó que vendía como suyos móviles que en realidad eran de Xiaomi. El denominado ‘iPhone extremeño’ tenía como logo una bellota mordida.
Ahora, SPC
Las marcas españolas no han desaparecido del ámbito smartphone, como indica el caso de SPC, empresa alavesa con más de tres décadas de trayectoria y en fase de crecimiento.
SPC fue la marca detrás de los Domo de Telefónica y se dedica a la tecnología de consumo. Una de sus líneas de negocio son los teléfonos, terreno en el que destacan los smartphones básicos y económicos (el SPC Smart 3, con un precio de 90 euros constituye su última novedad) y los móviles para personas mayores (por ejemplo, el SPC Harmony 4G).
En su amplio catálogo no faltan asimismo tabletas (con la serie Gravity al frente), dispositivos de audio, monitores, relojes inteligentes y un variado repertorio de productos para el hogar conectado (ventiladores IoT, purificadores, cámaras de vigilancia, básculas…).
Su facturación en 2021 superó los 30 millones de euros. En 2013 se expandieron a Portugal, y hace unos meses hicieron lo propio mirando a Francia con la ambición de alcanzar los 200.000 teléfonos vendidos en el primer año en el país vecino.
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