Una concentración frente al Ministerio de Justicia sirvió este jueves para denunciar fallos en la protección de varias de las trece mujeres presuntamente asesinadas por violencia machista en diciembre, el peor mes de esta lacra en dos décadas desde que existen estadísticas oficiales.
Las personas que se manifestaron lamentaban que la mitad de las víctimas mortales de diciembre habían denunciado a su asesino machista, pero los jueces o bien decidieron no tramitar sus denuncias o decidieron que no requerían vigilancia. Por ello han exigido responsabilidad a las instituciones y revisar las medidas actuales de protección que se brinda a las maltratadas.
En España se interponen al año más de 160.000 denuncias de violencia machista, pero solo 31.000 mujeres están consideradas víctimas de riesgo. De ellas, solo 17.000 llevan encima un terminal de emergencia, 706 cuentan con vigilancia personal esporádica y 17 con protección permanente.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ante la «proliferación inusual y terrible» de asesinatos machistas reconoció este jueves que hay que «seguir trabajando en mejorar nuestros sistemas«. Y anunció que su departamento busca una fórmula para alertar a mujeres que conviven con maltratadores reincidentes del riesgo que sufren, para evitar nuevos asesinatos.
¿Cómo funciona el engranaje actual de la protección a las víctimas de violencia de género? ¿Quién está encargado de qué? ¿Qué es el Viogen?
La primera recomendación a las víctimas: contarlo
El Ministerio de Igualdad tiene una guía (PDF) en la que recomienda que el primer paso que puede dar la víctima es explicar tu situación a otras personas y pedir ayuda. Aconsejan buscar apoyo de familia o amigos de confianza en momentos difíciles. Reconocen que es totalmente normal que la víctima tenga miedo o justifique los actos injustificables del agresor. Pero le dicen: «Si tu pareja te trata mal y utiliza la violencia, no podrás ser feliz», y recuerdan que hay «una serie de recursos» para prestar asistencia, protección y seguridad a las víctimas y sus hijos.
‼️ Durante los períodos vacacionales, el riesgo de sufrir violencia de género aumenta. Recuerda que todas y todos podemos:
✅ Detectar situaciones de violencia
✅ Acompañar a las mujeres víctimas y supervivientes🔁 Difunde los recursos disponibles para ellas y su entorno👇🏿 pic.twitter.com/Z8AfcKRMJM
— Ministerio de Igualdad (@IgualdadGob) December 29, 2022
Recomiendan que el viaje de salida de la violencia machista se inicie en el teléfono gratuito de información y asesoramiento jurídico 016, en funcionamiento las 24 horas del día, atendido por profesionales especializados. Este servicio garantiza la confidencialidad de los datos de las personas usuarias y atiende en 53 idiomas. También asiste por WhatsApp en el número 600 000 016 y en el 016-online@igualdad.gob.es. Para los menores se puede llamar a ANAR, al teléfono 900 20 20 10.
¿Cuántas denuncias se ponen y qué es el Viogen?
En el año 2021 en España se interpusieron más de 160.000 denuncias por violencia de género. Sin embargo, solo se adoptaron 31.212 órdenes de protección. En 2022 las denuncias siguen aumentando. El último dato oficial, correspondiente a un trimestre, arroja una cifra de casi 50.000 denuncias solo en verano (47.955 y un 10% más que el año anterior).
Este jueves, el ministro del Interior confirmaba que hay 31.161 mujeres registradas en el Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género (VioGén), de las que 17 de ellas se encuentran en riesgo extremo y 706 en riesgo alto, con medidas de protección reforzadas. En el caso de las 17 mujeres en las que se observa un riesgo extremo, éstas cuentan con protección permanente y física, mientras que las 706 que tienen un riesgo alto tienen seguimiento personal continuado, tanto ellas como sus hijos.
El mecanismo que determina el riesgo de las mujeres es el Viogén y se basa en cuestionarios y algoritmos que han ido perfeccionándose con los años. Interior ha destacado que en 2019 se implantaron nuevos métodos de valoración que amplían la capacidad predictiva de riesgo de las víctimas y de sus hijos al tiempo que se ha puesto en marcha con buenos resultados el llamado ‘protocolo cero’ que habilita la acción policial, aunque no haya denuncia de la víctima.
El recurso de protección más habitual, el Atenpro
El Atenpro es el dispositivo más extendido en la protección de víctimas en España (son 17.281 las maltratadas que lo llevan encima). Es un servicio que ofrece a víctimas de violencia de género un terminal móvil que le permite estar en contacto con un centro de atención que ofrece una respuesta rápida a las eventualidades que puedan surgir, las 24 horas del día, los 365 días del año y sea cual sea el lugar en que se encuentren. Recientemente se ha ampliado la cobertura a víctimas de redes de trata y explotación sexual.
Según un estudio de Cruz Roja, entidad que gestiona el Atenpro, la mitad de las maltratadas que tienen el dispositivo manifiestan «un temor constante» a sufrir nuevas agresiones de sus exparejas o a que puedan sufrirlas sus hijos e hijas.
Solo 2.829 pulseras de maltratadores
Las pulseras de seguimiento telemático de agresores machistas activas ascendían a mediados de 2022 a 2.829, cifra que supone un incremento del 24,68% respecto a hace un año cuando había 2.269.
Siguen siendo muy pocas en relación a las mujeres en riesgo, pero en el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Poder Judicial se felicitan de que cada vez se imponen más: «No podemos tener un Policía detrás de cada maltratador, pero cada día está subiendo el número de dispositivos electrónicos que se ponen y nunca ha habido un asesinato entre las víctimas protegidas con esta herramienta«, ha defendido Ángeles Carmona, presidenta del observatorio.
Tres mil plazas en casas de acogida
Las Comunidades y entidades municipales son las encargadas de prestar atención asistencial directa e integral a las víctimas. Con financiación pública hay en estos momentos en España, según la última guía de Igualdad, 60 centros de emergencia, 71 casas de acogida con 1580 plazas, 96 viviendas tuteladas, con 494 plazas y 110 centros de atención integral con unas 500 plazas.
Falta de juzgados especializados y de unidades forenses
La Ley Orgánica del Poder Judicial establece que, con el fin de facilitar el conocimiento de los asuntos instruidos por los Juzgados de Violencia sobre la Mujer y atendiendo al número de asuntos existentes, deberán especializarse uno o varios Juzgados en cada provincia. «De los 388 Juzgados de lo Penal en funcionamiento, 33 son los especializados en violencia sobre la mujer», según la guía de Igualdad, y todavía hay 16 provincias en España sin juzgado especializado.
La legislación también exige la implantación de Unidades de Valoración Forense Integral (UFVI) especializadas en violencia contra la mujer en todas las Comunidades Autónomas, algo que sigue sin ocurrir, y viene denunciado anualmente la Fiscalía General del Estado. Las especialistas en lucha contra la violencia de género piden que estas unidades lleguen a los juzgados penales y a los juzgados de familia, para poder detectar el riesgo de las mujeres maltratadas que dejan a sus agresores por esta vía.
La falta de asesoría dificulta a las víctimas seguir adelante con los procesos judiciales. La justicia es gratuita para ellas y además pueden solicitar ayuda en las Oficinas de Asistencia a las Víctimas, órganos administrativos de Justicia que prestan un servicio atención integral a las víctimas de delitos (no sólo relacionados con violencia de género) en los ámbitos jurídico, psicológico y social.
Recomendaciones de «autocuidado»
La guía del Ministerio de Igualdad, por último, ofrece una serie de consejos para procurarse autocuidados si se es víctima de malos tratos. Llevar siempre el móvil encima con números de emergencia, cambiar las cerraduras si se ha convivido con el agresor, no aparcar el vehículo en lugares oscuros, son algunas de ellas. Alertar a conocidos si ves al agresor merodeando el domicilio, y tener a mano un bolso con objetos de emergencia y documentos oficiales por si hay que escapar. Si el agresor consigue entrar en casa: evitar la cocina, donde hay objetos peligrosos, y pactar con los hijos una contraseña para que se encierren en su cuarto.