El actor Carlos Cuevas, el creador de la serie, Héctor Lozano, y su director, Menna Fité, comentan los entresijos de la nueva entrega
Merlí: Sapere Aude regresa para una segunda y última temporada el 2 de abril en Movistar+. El spin-off de la serie de TV3 protagonizado por Pol Rubio, el personaje de Carlos Cuevas, vuelve para una última entrega en la que la filosofía será tan central como siempre. Nuevos intérpretes se unen a los que ya conocimos en los episodios anteriores, ligados al primer año de Pol en la universidad y prácticamente ninguno ya heredado de la serie madre. El creador, Héctor Lozano, y el director del spin-off, Menna Fité, dicen adiós a su dramedia adolescente con una potente revelación que atravesará los ocho episodios de esta temporada final.
De nuevo con la profesora Bolaño (María Pujalte) como mentora y Rai (Pablo Capuz), Biel (Pere Vallribera) y Oti (Claudia Vega) como compañeros de clase, Pol Rubio se enfrenta en la continuación de Merlí: Sapere Aude a su segundo semestre como estudiante de grado. En él, conectará con los dos nuevos pilares de la serie: Axel, el joven encargado de restaurar el paraninfo de su universidad, y Dino, el exótico dueño del bar donde encontrará su nuevo empleo. Pese a la distancia con el planteamiento de la serie de TV3 que el spin-off ya tomó en su primera entrega, la filosofía ocupando una buena cuota de pantalla como reflejo de los dilemas que atenazan a los personajes. Respecto a eso, explica Carlos Cuevas, «hay dos ejes en los que se confronta la temporada: la ética y el amor».
Apenas queda nada en la serie de Movistar+ del personaje de Francesc Orella en torno al cual nació la franquicia. «Cada vez menos», afirma Héctor Lozano. «Pero está de alguna manera. Es una ausencia que se nota, igual que cuando pierddes a un ser querido y con el tiempo lo vas superando». Si algo se mantiene, además de la huella de numerosos pensadores en los virajes de la vida pública y privada de Pol, es el espíritu merliniano, que Cuevas resume en una historia «donde el motor de los personajes es el crecimiento personal y no hacerse rico, como en otras series». El actor está convencido de que entre quienes asistirán al final de Merlí: Sapere Aude hay tanto público atraído por el «factor nostalgia» como nuevos espectadores que conocieron a los personajes directamente en el reproductor de Movistar+: «Creo que se ha subido mucha gente al carro, porque la serie estaba concebida para tener una entidad propia».
Aunque la ha concebido y rodado el mismo equipo, Veranda TV, esta nueva temporada guarda cierta distancia con la primera, empezando por la gravedad de sus dilemas. «Es una temporada que te agarra desde el principio, mientras que en la otra teníamos que confiar más en la empatía con los personajes», describe Menna Fité, que heredó la jamuga del director de quien realizara la serie original, Eduard Cortés. «La primera era casi como una bisagra entre la primera serie y esta temporada», añade Lozano. «Era más despreocupada, más juguetona; esta, en cambio, es más dura». La temporada se abre para Pol con un gran problema que estalla al final del primer episodio y que no os quitaremos la oportunidad de descubrir. «Cuando les hice el pitching a Movistar del spin-off, se lo hice también con el primer capítulo de la segunda temporada», revela Lozano. «Tenía clarísimo que quería tocar este tema desde hacía años».
Pol Rubio sigue siendo Pol Rubio. De buen corazón, pero también chulesco e inseguro en el fondo. Cuevas celebra que «el personaje sigue teniendo esa vena y espero que nunca la pierda». «Pese a que va madurando», cuenta, «esa coraza que tiene de sacar las uñas cuando se siente atacado me encanta». En la última entrega de Sapere Aude no le faltarán maestros ante los que quitársela: el siguiente será Dino, el gerente del bar Satanassa, al que interpreta Eusebio Poncela, la estrella de La ley del deseo. Fité no parece dispuesto a cambiar la energía «maravillosa» generada en ese set de rodaje por nada del mundo: «Es un dinosaurio del cine español, ha estado en algunas de las mejores películas españolas de las décadas. Para nosotros era un lujo tenerle allí. No te voy a decir que fuera fácil, pero a su vez era muy estimulante». Cuevas lo aboceta con la misma admiración: «Es un tío con mucho carácter y personalidad, que no ha venido a este mundo a complacer a nadie».
Además de con algunos regresos emocionantes, la nueva temporada de Merlí: Sapere Aude llega al catálogo de la plataforma con ausencias flagrantes con muy variadas justificaciones. Minerva, el personaje de la argentina Azul Fernández, no estará en la trama porque la intérprete no pudo viajar a España para el rodaje el pasado verano por culpa de la pandemia de la COVID-19. «Intenté utilizar a favor su ausencia», relata Lozano, «en relación, por ejemplo, a Rai, que la echa de menos». Por su parte, David Solans, el intérprete de Bruno, decidió dejar de trabajar en la serie, por lo que su personaje también se esfuma. Estas desapariciones no le ennegrecen la despedida al creador de la ficción: «La verdad es que yo estoy muy contento con acabar así la serie, con este final cerrado y medio abierto, como esperanzador, como siempre en Merlí«.
La temporada 2 de ‘Merlí: Sapere Aude’ se estrena el 2 de abril en Movistar+.