Un nuevo paso para la fecundación in vitro: nacen dos bebés concebidos por un robot inyector de esperma

La primera bebé ‘probeta’, es decir, nacida gracias a la fecundación en vitro (FIV) llegó al mundo el 25 de julio de 1978, en Oldham (Inglaterra). Louis Brown, que así llamaron a la niña, cumplirá este año 45 años y, desde que nació, el método que le ayudó a hacerlo ha avanzado enormemente gracias a la tecnología. Tanto lo ha hecho que recientemente nacieron dos niñas en Estados Unidos a raíz de un óvulo inseminado por un robot en España, un caso que sus desarrolladores creen que podría abaratar, acelerar y automatizar el procedimiento.

El año pasado, en primavera, Overture Life, una startup con un equipo de ingenieros de Barcelona, utilizó un robot de inyección de esperma con una aguja para insertar un espermatozoide en un óvulo. De este modo, un procedimiento que requiere de la mano experta de un embriólogo lo pudo hacer un ingeniero que, según el Mit Technology Review, no tenía «experiencia real en medicina de fertilidad».

La máquina creada en España se empaquetó y se envió a una clínica de fertilidad de Nueva York llamada New Hope Fertility Center. Ahí, emplearon el robot para inseminar a más de una docena de óvulos, y el resultado, de momento, son embriones sanos y dos niñas recién nacidas.

El Dr. Alex Garcia-Faura, Director de I+D+i de Fertilab Barcelona, apunta para 20BITS que los avances tecnológicos en los laboratorios de FIV han dado lugar a que el proceso evolucione. «Nos ha permitido, por un lado, comprender mejor los mecanismos de la fecundación y el desarrollo embrionario y, por otro, disponer de los medios idóneos para obtener embriones con la máxima capacidad de implantación, embarazo y parto de un bebé sano», explica.

La FIV ha experimentado, según el experto, una «progresiva digitalización, automatización y robotización» en los laboratorios desde que comenzó a utilizarse como método para traer bebés al mundo. Esto ha supuesto que un trabajo que era principalmente manual cuente con una amplia variedad de herramientas y con un gran control de calidad y el robot inyector de esperma de Overture Life es solo un ejemplo más de ello.

El procedimiento no es completamente automático

Los investigadores creen que el dispositivo que desarrollaron podría ser el primer paso para la automatización de la FIV, sin embargo, no es posible prescindir completamente de los trabajadores del laboratorio. Garcia-Faura señala que ha habido otras tareas en las que un humano habrá tenido que participar: «El personal ha tenido que preparar las placas y los medios donde se realiza el proceso, han tenido que seleccionar y cargar el espermatozoide para la microinyección, y han tenido que colocar el óvulo y centrarlo en el campo de trabajo, ajustar los ángulos y la posición de los dispositivos«.

El director de I+D+i de Fertilab subraya que el único paso robotizado ha sido el momento en el que se atraviesa a superficie del óvulo para colocar el espermatozoide. Además, el estudio no aporta información sobre la resistencia o elasticidad de la membrana en el momento de la inyección que, según él, «solo la experiencia de un biólogo experto» puede ofrecer al realizar la operación de forma manual.

Garcia-Faura considera que, pese a que la parte ‘artesanal’ de la fecundación in vitro podría robotizarse, siempre había tareas que un ser humano tendría que llevar a cabo. «El trato personalizado con el paciente, un diagnóstico preciso, la individualización de cada tratamiento y el apoyo emocional en cada etapa del tratamiento», ejemplifica el profesional.

¿Reducirá los costes de FIV?

Los creadores del robot de Overture Life afirmaban que el uso de su tecnología puede abaratar los costes de fecundación in vitro a largo plazo. No obstante, Garcia-Faura tiene otra opinión al respecto: «Sin duda, reducirá el tiempo que cada biólogo dedica a técnicas puramente manuales, pero si el objetivo del centro es buscar la innovación y la excelencia, este tiempo ahorrado debería ser utilizado para optimizar los controles de calidad, invertir en investigación, y garantizar un trato humano, próximo y personalizado para cada paciente».

Lo idóneo para el experto sería que los biólogos siguiesen estando presentes en el proceso, sobre todo porque el robot inyector de esperma solo se encarga de traspasar la membrana del óvulo, como ya se ha mencionado. Por lo tanto, el dispositivo desarrollado en Barcelona serviría solo para que se avanzase más rápidamente en mejorar la eficacia, sin renunciar al carácter humano tan importante en la reproducción asistida.

Otras tecnologías innovadoras en la FIV

Los robots no son los únicos que están acelerando el desarrollo de la fecundación in vitro para hacerla óptima, la inteligencia artificial también juega un papel importante desde 2018. Garcia-Faura cuenta que, desde hace unos cinco años, los algoritmos entrenados han servido para mejorar los resultados obtenidos por este método de fertilización

Gracias tanto a los robots como a la IA, el papel del biólogo clínico ha podido modificarse levemente. El profesional de Fertilab detalla que el personal experto, ahora, puede prestar más atención al paciente, ofrecer un tratamiento personalizado, controlar la calidad de forma periódica, mejorar los procesos llevados a cabo en el laboratorio, etc.

El uso de tecnología en los laboratorios de FIV ha duplicado la tasa de éxito en los últimos 10 años y ha reducido los riesgos para los pacientes durante el tratamiento, según comenta Garcia-Faura. El experto cree que lo más importante es la estandarización del procedimiento, la detección de indicadores de eficacia y la posibilidad de un mayor control de calidad.

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