Actualidad 15 Feb
Simplemente con un celular y una app se puede disfrutar de «Un panorama de este mundo», la muestra de Fundación Proa mediada por la tecnología en el barrio porteño de La Boca, y descubrir sus obras en la vereda, el río y sus alrededores.
Durante los meses de febrero, marzo y abril de 2022 se podrán contemplar estas obras localizadas alrededor de Proa y del Riachuelo a través de la realidad aumentada (RA).
Con curaduría de Daniel Birnbaum y Solana Chetman, la selección se centra en piezas que pueden verse a través del celular y otros dispositivos digitales, de artistas reconocidos internacionalmente: Olafur Eliasson, Tomás Saraceno y Kaws, entre otros.
La exhibición pone en relación el espacio público, la tecnología y el arte en momentos muy incipientes de la disciplina.
Se organiza en dos etapas: la primera desde el 12 de febrero hasta el 12 de marzo presentando la obra de Julie Curtiss, Olafur Eliasson, Kaws y Tomás Saraceno; y la segunda desde el 12 de marzo hasta el 12 de abril sumando obras de Nina Chanel Abney, Koo Jeong y Lu Yang.
Se puede disfrutar de obras interactivas, algunas de carácter inmersivo, otras con movimiento e incluso con sonidos, en espacios emblemáticos como el Riachuelo, el trasbordador, la vereda y el frente de Proa.
La realidad aumentada es una tecnología que permite superponer elementos virtuales sobre nuestra visión de la realidad. Mediante la utilización de dispositivos digitales, esta tecnología permite fusionar (o simular la apariencia de la fusión) del contenido digital con el mundo real.
Arañas, budas flotantes y personajes de tamaño gigante son explorados desde múltiples perspectivas en un espacio conocido. A diferencia de la realidad virtual no se requieren auriculares, anteojos especiales ni equipos adicionales. En cambio, sólo es necesario un teléfono celular con cámara y una app para acceder a las obras.
Esta experiencia cuestiona la noción de lo tangible y nos sumerge en un mundo ficticio al que solo se puede acceder digitalmente, sumando niveles de sentido y expandiendo los límites sensoriales hasta volver permeables los límites de lo real.
Matilde Moyano