Cine y series 4 May
Swartzwelder fue guionista de “Los Simpson” durante las primeras 15 temporadas, pero nunca había dado una entrevista en profundidad, hasta ahora. El New Yorker acaba de publicar una entrevista que repasa la carrera de “uno de los escritores de comedia más venerado de todos los tiempos”, especialmente, la “era dorada” de la serie animada más popular del mundo.
Una de las características del trabajo en aquellos días, según recuerda, era la libertad con la que contaban los guionistas: “Gracias al acuerdo que tenía Jim Brooks, los ejecutivos no podían inmiscuirse de ninguna manera, aunque recibíamos notas censoras. Los ejecutivos no recibían copias por adelantado de los guiones y no podían en la lectura previa, aunque realmente querían. Todo lo que teníamos que hacer era complacernos a nosotros mismos. Esa es una forma muy peligrosa de llevar una serie, dejando a los artistas a cargo del arte, pero funcionó realmente bien al final. Hizo que lloviese un montón de dinero sobre Fox durante 30 años“.
En cuanto al público al que estaba dirigida la serie, explicó: “No escribíamos para niños o adultos, solamente intentábamos hacernos reír mutuamente, a los guionistas de comedia. Ese era nuestro público. Afortunadamente, a un montón de gente, tanto niños como adultos, le gustaban las mismas bromas que a nosotros”.
En cuanto a las diferentes temporadas, él considera que la mejor fue la tercera. El equipo ya estaba empapado de la serie, había multitud de tramas por usar y el equipo todavía no estaba desgastado por el trabajo. Este, además, se organizaba de una forma muy particular, de la que señaló el paso a paso: “La forma en la que lo hacíamos cuando estábamos allí era que a un guionista se le encarga una historia, normalmente una que se le había ocurrido a esa persona, pero no siempre. Pasábamos dos días en la sala de guionistas, ayudando a engordar la historia, añadiendo bromas, y de ahí en adelante. Entonces el guionista escribía un resumen de la historia antes de volver a la sala de guionistas para proponer más cambios, añadidos y bromas. El guionista escribía el primer borrador y de nuevo a la sala de guionistas para más reescrituras. El guión se escribe de nuevo después de la lectura previa y después de la primera proyección de la animática, con posibles reescrituras adicionales en la sesión de grabación y después de haberse completado el trabajo de animación en Corea. Puede que hubiera otras reescrituras que haya olvidado. Si una broma sobrevivía a todo eso, probablemente es bastante buena“.
Es por este motivo -y porque se trabajaba en varias historias de forma simultánea- que el proceso de hacer un episodio llevaba entre seis y ocho meses.
Cuando se le preguntó por sus episodios preferidos, aunque le costó decidirse, mencionó “Bart, el asesino”, “A Bart le regalan un elefante”, “Homero, bateador”, “Homie, el payaso” o “El enemigo de Homer”.
Rose Bouzon