Crítica: ‘Star Wars: La remesa mala’ conecta con el espíritu original de la franquicia

Aventuras galácticas que no olvidan ni a los fans de siempre, ni al público familiar

(Fuente: Disney+)

Esta crítica se ha escrito tras ver el primer episodio de ‘Star Wars: La remesa mala’ y no contiene spoilers.

Pocas personas entienden tan bien la mitología de Star Wars como Dave Filoni. El sentido de la aventura, la familia elegida y encontrada. El descubrimiento de uno mismo. La esperanza en tiempos oscuros. Todo esto encontramos en Star Wars: La remesa mala, la ficción animada que se estrenó este martes en Disney+ y que nos sitúa justo al final de las guerras clon.

La nueva serie nos presenta a los jedi y a los clones (los normalitos y los de la Fuerza 99) en todo su esplendor. La victoria está al alcance de los dedos, algo que parecía casi tan imposible como las proezas que acaban de realizar en su presentación los cinco clones protagonistas: Hunter, Echo, Tech, Wrecker y Crosshair. Y luego la traición. La Orden 66 y el genocidio jedi. Aquí comienza la historia de unos personajes que se caracterizan por moverse en los márgenes.

Y todo con un estilo muy continuista con Star Wars: Las guerras clon, aunque ha levantado más de una ceja, no por su calidad de animación sino porque personajes como Guerrera o los propios clones aparecen varios tonos más claros que en sus apariciones originales. Hasta qué punto esto es una consecuencia del estilo de diseño, una decisión equivocada o algo inconsciente, con un solo episodio todavía está por ver. 

Nuevas incorporaciones y tradición galáctica

(Fuente: Disney+)

Por su parte, Omega, la niña que «adopta» este peculiar grupo por el camino viene con sus propios misterios e interrogantes a cuestas. Su papel en Kamino, un planeta con su buena ración de secretos, y su relación con este grupo de descartados conformarán una de las tramas centrales de la serie. También lo será la dinámica con Caleb Dume, a estas alturas todavía un joven padawan, y que provoca las primeras preguntas en Hunter y la mayor parte de sus compañeros, quienes no terminan de comprender cómo los que hasta ahora eran aliados, ahora son traidores, cómo los civiles se han convertido en objetivos militares y cuándo han pasado de servir a la República a servir a un Imperio. Este es uno de los puntos que más interés tiene Star Wars: La remesa mala: el intento de gestionar la pérdida de la propia voluntad y el cuestionamiento de las órdenes cuando no terminan de encajar.

Vuelven también viejos conocidos como Tarkin o Saw Guerrera quienes, donde la Fuerza 99 plantea los grises, establecen la dicotomía que ha servido de base siempre a la mitología de La Guerra de las Galaxias: luz y oscuridad, República e Imperio. ¿De fondo? La familia construida en la batalla.

Star Wars: La mala remesa’ se emite los viernes en Disney+.

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