“Mi único trabajo ha sido siempre el teatro y pongo siempre por delante el respeto del público, especialmente el popular que siempre está ávido de este lenguaje”, decía en esta misma revista en noviembre de 2019, a raíz de haber sido distinguida por el INT como Personalidad destacada del Teatro por la Región NOA. Vayan como ejemplos su obra infantil “Blanca Leche y los cinco petisitos” que superó las mil representaciones y la versión de “Rosas de sal” de Jorge Paolantonio que periódicamente ponía en escena y con la que llenó las 210 butacas del Complejo Cultural Urbano Girardi a lo largo de no menos de una década. Si esas cifras hoy parecen inalcanzables y que sólo se explican por su condición de artista popular que ponía en el centro de su mundo a los espectadores.
Blanca fue también maestra de muchas y muchos intérpretes en su trabajo docente en la Escuela Juan Oscar Ponferrada, en el ISAC y en la Escuela Vocacional de Educación Artística (EVEA), cuyo actual director, Carlos Medina,la define como una “militante de la vida, para mí fue y será una referente y batalladora incansable, luchadora y defensora del arte, la cultura y la educación”.
Una jovencita Judith de los Ángeles Moreno, más conocida como “Yuyú”,actuó con Blanca en “Cosas de mamá y papá” del dramaturgo español Alfonso Paso dirigida por el profesor José Horacio Monayar. Una puesta veraniega, en El Rodeo en el verano de 1979, donde compartió cartel, entre otros, con Roberto Albarenga. Esta docente de la carrera de Letras de la Facultad de Humanidades de la UNCA, cierra este homenaje: “Blanca Gaete, única y múltiple actriz, como tu creación actoral de los personajes de “Rosas de Sal”, creación que vuelve imperecederos tu nombre y tu memoria”.
Texto: Gabriela Borgna – Especial para Express